Es una visita imprescindible en las proximidades de La Paille Basse.

Sarlat es una ciudad animada durante todo el año pero especialmente en verano con la llegada del buen tiempo. 

La capital del Périgord Noir es una ciudad rica en historia y en arquitectura, especialmente en el periodo medieval y renacentista. 

En el corazón de la ciudad se encadenan las pequeñas callejuelas y los palacetes ricamente decorados, un ejemplo es la célebre casa de la Boetié. 

La riqueza de su patrimonio sigue intacta lo que demuestra la tenacidad de Sarlat por seguir siendo única y dinámica a pesar de los grande ataques que ha sufrido. La gastronomía es otro de sus puntos fuertes como podrán comprobar visitando el célebre mercado de Sarlat. 

No hay que perderse tampoco la catedral Saint Sacerdos que es testigo de la importancia religiosa de Sarlat en la época del señorío monástico. Durante todas las batallas Sarlat fue protegida por los castillos de Beynac y Castelnaud y servía también de escondite para munición, de reserva de ejércitos y de lugar de almacenamiento de alimentos. Pero esta magnifica ciudad no puede evitar caer en manos de los ingleses de los que se desharán gracias a su alianza con el rey de Francia. La tranquilidad no durará mucho ya que Sarlat será atacada y asediada en múltiples ocasiones. 

Hoy en día Sarlat es un ejemplo nacional en lo que a conservación patrimonial se refiere, una ciudad que ha desafiado cualquier intento de modernización